domingo, 25 de mayo de 2014

MANIFESTACIONES ARTISTICAS EN LA ILUSTRACION



El siglo XVIII desde el punto de vista estilístico, se vio dominado por dos corrientes: el Rococó, que fue un estilo primordialmente decorativo, surgió como una evolución natural del Barroco, que aún se mantuvo vigente varias décadas y el Neoclasicismo fue la continuación de la tendencia clasicista que, durante el siglo XVII, había convivido con el arte Barroco.

Francia fue el centro irradiador de las nuevas tendencias, pero éstas fueron interpretadas de manera particular en cada país, de modo que, hacia mediados del siglo XVIII, el panorama artístico europeo era un conglomerado de estilos entremezclados que, con frecuencia, dieron como fruto obras difíciles de clasificar. Además, debe añadirse que, antes de finalizar la centuria, empezaron a darse las primeras muestras artísticas, marcadas por la mentalidad y el gusto del Romanticismo.


El estilo Rococó: arquitectura y escultura

El estilo Rococó nació en la corte francesa, durante la minoría de edad de Luis XV. Es, por lo tanto, un estilo cortesano que, por tratarse fundamentalmente de una concepción decorativa, se extendió rápidamente entre la nobleza y la burguesía más poderosa que lo adoptó para ornamentar sus mansiones.

Partió del Barroco más recargado, se caracterizó por la adopción de complejas asimetrías, cuyos retorcimientos asemejan extrañas conchas marinas, en las que se insertan formas vegetales sinuosas. Ese motivo decorativo, que puede repetirse y prolongarse cuanto se desee, fue utilizado como marco que encuadraba cualquier elemento arquitectónico o decorativo (ventanas, puertas, molduras, espejos, etc.)

 
 
Los materiales empleados en la decoración rococó fueron, principalmente, el estuco y la madera, generalmente, dorados o simplemente pintados, pues los materiales duros hubieran resultado muy caros, al tener que ser trabajados con la complejidad que imponía el estilo. Por lo tanto, se sintió fuertemente inclinado hacia lo exótico, representado por el gusto hacia lo chino, conocido por las porcelanas, las sedas o los pequeños muebles (biombos) traídos de aquel país.
La arquitectura del Rococó apenas se ocupó de los exteriores que, por lo general, siguieron fieles al modelo del clasicismo versallesco. Como arte decorativo se interesó más por los interiores, que dejaron de ser grandes espacios para transformarse en pequeñas salas donde la intimidad invitaba más al goce de la vida. Así, las estancias se decoraban con todo tipo de objetos, por lo general de pequeño tamaño, donde la delicadeza y el lujo pretendían poner de manifiesto el carácter de sus dueños.
La arquitectura se dio en Francia, en  Alemania, sobre todo el sur del país y,  en España fue escasa. Y,  a la escultura, el Rococó no produjo obras de gran interés. En Francia trataron el desnudo femenino; en Alemania, la escultura y en España demuestra cierto interés por la belleza clásica en algunos de sus semidesnudos; no obstante, su dulzura, su delicadeza y la falta de dramatismo
Debe señalarse, por último, que este estilo impulsó notablemente las artes menores decorativas. Así, las porcelanas, los bronces, el mobiliario, la tapicería y los trabajos en cristal fueron frecuentes piezas de la decoración rococó.
El estilo Rococó decayó a partir de mediados de siglo, pues suponía un camino cerrado a la evolución y además resultó claramente rechazado por los enciclopedistas, de los que Diderot fue su más claro enemigo.
 
 
El estilo Neoclásico: arquitectura y escultura
 
A partir de mediados del siglo XVIII comenzó a tomar forma un nuevo estilo, ya que el Rococó estaba ya agotado y su imposible evolución exigía buscar una salida diferente.
La cuna del Neoclasicismo fue Italia y las ruinas griegas de la Magna Grecia (sur de Italia) el modelo, pero donde el nuevo estilo se configuró fue en Francia. Allí la fuerte ideología revolucionaria de la Ilustración haría del Neoclasicismo el modelo que se oponía al arte cortesano y aristocrático.
La arquitectura del Neoclasicismo buscó un predominio de la sencillez y de la limpieza de formas. Se volvió a las líneas rectas y a los muros lisos con escasos elementos decorativos. Las columnas fueron de nuevo el centro de interés, estableciéndose el modelo de columna dórica con fuste acanalado. Las fachadas volvieron a reproducir las de los templos griegos, con sencillos frontones que contenían esculturas o relieves. El mármol y el bajorrelieve reaparecieron, desplazando el artificioso estuco. Y, como herencia del Renacimiento, ya para entonces clásico, se mantuvieron las cúpulas, aunque exentas de decoraciones inútiles.
 

El Neoclásico fue un arte poco original en el que predomina la copia de modelos establecidos; quizá por ello, el mayor mérito de sus mejores arquitectos fue la proporción y el sentido del ritmo en los elementos que constituyen las construcciones.
 
Difundida por toda Europa, la arquitectura neoclásica realizó sus obras más significativas en el último tercio del siglo XVIII y en los primeros años del siglo XIX, pero el estilo se mantuvo vigente varias décadas más. Se dio en Francia, en Alemania, en Inglaterra y en España, donde  tardó en imponerse por la gran fuerza del Barroco, pero en época de Carlos III, el estilo neoclásico dio buenos frutos. También ejerció influencia en EEUU.
 
Por lo que respecta a la escultura neoclásica, fueron pocos los artistas que destacaron antes de llegar a finales del siglo XVIII. En España se dio una tradición a la imaginería muy fuerte. Se inspiraron en los modelos romanos y a través de ellos realizó una escultura clásica, por lo que hubo una recreación en  temas y personajes de la antigua mitología griega, realizados desde el más puro academicismo.
 
A lo largo del siglo XVIII el desarrollo de la pintura fue muy desigual en los distintos países europeos. Francia, generadora del Rococó y del Neoclasicismo, dejó sentir la influencia de estos estilos en su pintura. Inglaterra vio nacer su primera generación de grandes maestros de la pintura con sus retratistas de mediados del siglo XVIII, para desembocar, a comienzos del XIX, en la pintura de paisaje. En Italia, la pintura del XVIII no alcanza grandes cotas de interés por la pervivencia de la influencia Barroca y tan sólo sobresale la obra de algunos pocos artistas. Alemania mantiene su interés por el Barroco, al tiempo que siente la influencia francesa e italiana. Y España recibe pintores de toda Europa, ante la falta de genios nacionales, hasta que, a finales del siglo XVIII, surge la portentosa figura de Goya.

Francisco de Goya fue un pintor de difícil clasificación, ya que su obra, iniciada a finales del siglo XVIII, bajo la influencia de las corrientes de la época, alcanzó en los primeros años del siglo XIX, una fuerte personalidad alejada ya de toda moda. En sus cuadros podemos destacar los cartones, retratos, pinturas de guerras, pinturas negras, grabados y, Frescos y pintura religiosa
 
La música en la Ilustración
 
En el siglo XVIII, la música, o más bien los músicos, se liberaron de la servidumbre de la Iglesia, aunque pasaron a depender de otros protectores: los nobles. Los músicos se veían obligados a componer continuamente para todos los actos sociales de sus patrocinadores. EN la segunda mitad del siglo XVIII fue una música cargada de serenidad, dominio y refinamiento, que tuvo como finalidad el triunfo del arte sobre los sufrimientos e imperfecciones de la vida.
 
Las formas musicales que se desarrollaron en este tiempo fueron: la sonata y la sinfonía. Ambas significaron el triunfo definitivo de la música sobre el texto y sobre la música religiosa. La ópera también se fue transformando vertiginosamente.
Hay que destacar la gran importancia que tuvo la Escuela de Mannheim (ciudad alemana) en la que se estableció una orquesta que serviría de modelo a las orquestas clásicas posteriores.






(Consultado el 23 de Mayo de 2014) 
 

7 comentarios:

  1. nigger nigger nigger nigger

    ResponderEliminar
  2. nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger

    ResponderEliminar
  3. nigger nigger ngger nigger i nigger nigger nigger nigger nigger nigger nigger gger nigger nigger nigger nigge

    ResponderEliminar